EDAD MEDIA







San Agustín de Hipona fue un filosofo, escritor, bispo e padre de la iglesia católica fue uno de los máximo exponente de la filosofía cristiana durante el período patrístico y uno de los más geniales pensadores de todos los tiempos. Mejor que ningún otro logra la síntesis armoniosa entre platonismo y cristianismo. Su filosofía religiosa y su doctrina teológica tienen un influjo decisivo en la Edad Media y el Renacimiento, tanto en el aspecto teológico como en el social. Influyó en todos los ámbitos: dogmático, político, místico, de reforma, etc.

San Agustín trata del problema del lenguaje en el De Magistro y en De Doctrina cristiana. En estas dos obras explica que las palabras no son fuente de conocimiento, porque las cosas naturales las conocemos por la visión y las sobrenaturales es Cristo mismo el que nos las da a conocer. Las palabras son un instrumento para recordarnos lo que ya hemos conocido.
La Sagrada Escritura es Palabra de Dios y está en el marco de los signos. El sentido de la Escritura puede ser literal (inmediato) o alegórico (nos da a conocer una realidad más allá de lo que las palabras quieren significar inmediatamente).
San Agustín afirma que las palabras son signo de las cosas, pero también en ocasiones dice que son signo del pensamiento.
San Agustín reconoce que son muy pocos los hombres capaces de llegar a Dios por el camino de la filosofía y por esto piensa, consecuente con su principio: que  el camino más fácil y seguro para elaborar una demostración metafísica válida es creer primero en ese Dios, que se ha revelado en Cristo y cuya palabra guarda la Iglesia 




Santo tomas de Aquino 




Santo Tomas es conocido por sintetizar cristianismo y aristotelismo y construir un sistema aristotélico y cristiano a la vez. La influencia ejercida por Santo Tomás ha sido enorme. Durante siglos su pensamiento ha sido el pensamiento oficial de la Iglesia católica.
En definitiva, Santo Tomas pasa por ser el pensador que consiguió reunir y armonizar el cristianismo con el pensamiento de Aristóteles. Por ello quizás sea interesante reseñar las tesis que Santo Tomás acepta y recoge de Aristóteles:
  • La teoría del movimiento como paso de la potencia al acto y la distinción de los tipos de movimiento.
  • La teoría hilemórfica, la distinción entre sustancia y accidentes, y el sistema de categorías.
  • La teoría de las cuatro causas (a las que añadirá la “causalidad ejemplar”).
  • La demostración de la existencia de Dios de Aristóteles basada en el movimiento (esta será la 1ª vía). Dios es acto puro y pensamiento, pero Dios crea el mundo y lo conoce (contradice el mundo eterno de Aristóteles).
  • La concepción aristotélica del alma como forma y acto del cuerpo. También acepta, con ligeras variantes, las facultades o potencias que Aristóteles atribuía al alma.
  • El principio de que el fin último del hombre es la felicidad, así como la idea de que la felicidad más perfecta consiste en la contemplación. Las normas morales se basan en la naturaleza humana, y el conocimiento de esta será el punto de partida para la formulación de las leyes morales.
  • El hombre es, por su propia naturaleza, un ser social (aunque el modelo ideal de socialidad no es ya la polis, como para Aristóteles, sino el Estado moderno que empieza a fraguarse).  

Para santo tomas la distinción filosofía/teología descansa en la separación entre orden natural y sobre- natural: el orden de conocimiento natural procede de la razón humana, da lugar a la filosofía y tiene carácter demostrativo; el orden sobrenatural procede de la revelación y de la fe y es un conocimiento oscuro; algunas de sus verdades están al alcance de la razón, y otras la exceden. Ambos conocimientos provienen, en último término, de Dios, por lo que entre ellos no puede haber contradicción. Entre las dos esferas de conocimiento cabe la colaboración, dando lugar a la teología: la revelación puede orientar a la razón y le permite evitar errores; la razón le sirve a la fe para aclarar y defender los misterios de la revelación. Algunas creencias nunca podrán ser demostradas por la razón y otras sí, como los preámbulos de la fe (existencia de Dios e inmortalidad del alma). Habrá dos tipos de teología: la racional o natural, que llega a Dios utilizando una capacidad ligada a la naturaleza humana, la razón; y la teología cristiana o sobrenatural: su fundamento es la doctrina revelada y la fe, pero usa también de la razón para conseguir un orden científico y como arma dialéctica.




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